Tres claves para tu proyecto de vida

A veces pasa que queremos hacer demasiadas cosas. Empezamos varios proyectos y a cada idea que damos inicio, le invertimos una buena cantidad de horas y energía. Los resultados no aparecen de inmediato, caemos en el desánimo y queremos empezar un nuevo proyecto. A veces trabajamos demasiado en una idea que nos toma mucho tiempo y no nos lleva a nada. Entonces empezamos a pensar en abandonar ese proyecto, pero nos cuesta hacerlo por el tiempo que hemos invertido, nos cuesta abandonar esa idea porque en realidad nos gusta, de verdad queríamos que funcionara. Es una decisión difícil. Casi parece un círculo vicioso y cada vez que tenemos que terminar uno de esos “ciclos” es doloroso porque sentimos que perdemos tiempo, energía y, en muchos casos, dinero. Como sea es un desgaste que nos arrastra hasta la incertidumbre y no sabemos qué hacer.

Hay que pensar en esas ocasiones donde nuestro lugar de trabajo, nuestro estudio o simplemente ese anaquel donde archivamos documentos, está atiborrado de papeles. No cabe nada más ahí. Entonces te tomas un fin de semana para por fin deshacerte de lo que ya no sirve. Empiezas a revisar entre documentos que hacía años no mirabas. Te encuentras con recuerdos, a veces hay fotos u otras cosas que hacen que te preguntes cómo es que cambiaste tanto y a veces simplemente te preguntas por qué no habías botado todo eso a la basura antes. Empiezas a arrugar papeles mientras piensas que en la era digital lo que sirve lo tienes en tu ordenador y que deberías tirarlo todo. Pero te dejas llevar por el momento, repasas los documentos, papeles de la universidad, bocetos con anotaciones de una nueva idea que alguna vez tuviste y que has descartado. Entonces encuentras archivos de esa gran idea que una vez tuviste, que tal vez es mejor que la que tienes ahora, pero que abandonaste porque no resultó como esperabas. Mil ideas rondan por tu cabeza respecto a cómo afrontar el futuro mientras terminas de limpiar esa oficina, estudio o anaquel. Y una vez lo haces, te sientes mejor. Te has liberado de un montón de basura que ya no necesitabas y al final sientes que te quedas con los documentos e ideas que consideras valiosas, mientras piensas por qué eran tan valiosas en su momento y por qué lo son ahora.

Esa oficina, estudio o anaquel atiborrado de documentos a veces es tu cabeza. Y muchas veces hay que hacer un poco de introspección y limpiar un poco, descartar lo que no sirve y conservar lo que es de utilidad. Resulta que muchas veces es importante dar pasos hacia atrás para entender en qué parte del camino nos desviamos y poder retomar el camino correcto. Cuando estés ahí, cuando tengas que hacerlo de manera inevitable, no te sientas mal por el tiempo invertido. No pienses en que tendrías que empezar desde el principio o que estás demasiado viejo para hacerlo (¿Qué no conoces el caso de KFC?). Sólo hazlo. Pero aprende del error: la clave está en que te enfoques y seas paciente. No esperes resultados inmediatos y retoma esa idea que tanto te gusta. No pienses en darle gusto a los demás y haz algo por ti. Cuando un proyecto no funciona, en muchos casos es porque no te gustaba lo suficiente. Si no te apasiona, no funcionará. Y sé que has dejado abandonados proyectos que te apasionaban, pero debes enfocarte y tener disciplina. Al final, es decisión que tomes, ese proyecto que sí vas a sacar adelante, tiene que motivarte por sí solo.

Vivimos en un mundo en donde tenemos tantas alternativas de entretenimiento que enfocarse es muy difícil, por eso es tan importante. Pero con tantos medios no solo perdemos el enfoque, sino que también nos llenamos de gustos. “¡Hay tantas cosas por hacer!” tal vez has dicho, vemos a personas volverse famosas y ganar dinero por cosas que “cualquiera puede hacer”. O tal vez te gusta leer de tantos temas y crees que los podrás dominar todos. Con tantos contenidos en redes sociales, sumados a las series, películas, música, historia, ciencia, libros y hasta videojuegos, sientes que la vida es muy corta para disfrutar de tantas obras maestras que inevitablemente te perderás. Y lo peor es que entre más piensas qué leer primero, o qué ver primero, o qué jugar primero, al final puede que no leas nada, no veas ninguna serie o película y no juegues a ningún videojuego. Entonces, aparte de que nos entretienen, perdemos el enfoque, perdemos la disciplina por completo y nos volvemos indecisos. Como si todo eso no fuera poco, también podemos desarrollar pasión por más de una sola cosa: entonces puede que tengas tu proyecto, pero también quieras compartir lo que te gusta en un canal de YouTube, pero también quieres hacer un podcast, pero también quieres intentar con el streaming y cuando te das cuenta has empezado tantos proyectos que no puedes avanzar con ninguno.  Y dependiendo de la edad y el tiempo que le has invertido a tus proyectos, al final tienes que calmarte y aceptar la realidad. Que no lo podrás ver todo, que no lo podrás leer todo, que las redes sociales y los videojuegos te distraen de tu proyecto de vida, y que no puedes dedicarte a todo lo que te apasiona; así que tienes que escoger: ser un consumidor y conformarte con tu trabajo de ocho horas diarias, o escoger un proyecto de vida que te haga sentir que vale la pena vivir la vida y enfocarte en eso.

Es normal y nos pasa a todos. Por eso había dejado este sitio web en el abandono, como una idea archivada que creí que no había dado resultado. Así que di un par de pasos hacia atrás, descarté un par de proyectos que me desviaron de lo que me apasionaba y aquí estoy de vuelta, retomando este proyecto al que ni siquiera le había permitido arrancar. Y puede que al final no sea algo demasiado exitoso, pero al final no me quedará la frustración, podré decir que lo hice, que llegué al final con un proyecto que me apasiona.

Creo que también tendrás éxito si te lo propones. Tú puedes hacerlo. Recuerda incluir estos tres elementos en el que, al final, será tu proyecto de vida: Enfoque, disciplina y pasión.

 

Profundizo acerca de estas tres claves un poco más en esta entrada:
Autoayuda sin material de autoayuda

Complemento todo este tema en esta entrada:
Tres claves para mantener tu motivación al máximo

 

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