Desde niño estuve imaginando historias y desde que aprendí a darles vida siempre quise que estas se hicieran públicas. Pero mis historias, no yo. Los seres humanos tenemos una mente llena de facetas, siempre una cara para socializar y una cara para estar con nosotros mismos. Lamentablemente la de socializar la traigo atrofiada.
A muchos se nos dificulta sostener esa cara pública, algunos somos herméticos, algunos tenemos miedo de ser insultados por nuestras ideas y otros preferimos evitar la confrontación para no perder los estribos, creamos una máscara psicológica para defender nuestra integridad mental. Por ejemplo, mi máscara a veces es agresiva. Sé que a muchos de los que son lectores en general les pasa algo similar. Lo sé porque lo he visto en cientos de memes, a veces haces publicaciones donde hablas de que antes de la pandemia ya practicabas el distanciamiento social, que ya te encerrabas, que prefieres a los animales antes que a las personas. Todas nuestras máscaras son válidas, dentro del espectro de la cordura, porque vivimos en un mundo donde no solamente otros son crueles con nosotros, sino donde nosotros lo somos con los demás. No lo digo como un llamado de atención para cambiarlo. Así funciona la sociedad y tal vez así debe seguir funcionando, para no tener “generaciones de cristal”, como algunos las llaman. Porque tenemos que aprender a adquirir seguridad por nosotros mismos, porque tenemos que aprender a tener criterio y pensamiento crítico sin depender de ideas ajenas.
Yo siempre había sentido que mis ideas iban a darse su lugar por sí solas. Creí que iba a ser como el Batman de los relatos. No iba a ser superhéroe, pero sí quería ser un símbolo en mi propio estilo de narrar. Eso aun no pasa, ahora dudo que vaya a pasar y la verdad es que ya no importa. Lo que importa es compartir con ustedes, con los que lleguen, un poco de lo que ocurre en mi cabeza.
Este será un blog “casi existencial” porque quiero hablar de muchas ideas que vienen a mi mente, ya sea en momentos de ocio, de trabajo o de esas que son de todo y nada al mismo tiempo; ideas sobre las cuales suelo pensar más de la cuenta. No es más que la forma en que percibo la vida. Pero creo que todos hacemos ese ejercicio, es parte de ser humanos, que haya música que te haga regresar al pasado, cine que te haga dudar de la realidad, libros que te hagan defender a personajes ficticios, obras gráficas que te impresionen por su acabado artístico, dibujos que te ayuden a cuestionar realidades políticas y sociales, videojuegos que te permitan visitar lugares que jamás podrán existir en la realidad e ideas vagas que vienen de la nada y que nos ayuden a entender lo pequeños que somos comparados con el tiempo y el espacio.
Así que te doy la bienvenida a mi blog y a mi cabeza. Para mí es un honor que te tomes unos minutos para mis contenidos y que cada semana o cada mes (o cada muchos meses) esperes por alguno de los contenidos que publico.
Espero que algunas de mis ocurrencias motiven tu creatividad o que, al menos, te sirvan para pasar un buen rato.
Gracias por leerme.