En un par de entradas anteriores he hablado de las claves para seguir adelante con tus proyectos personales a pesar de las dificultades. También he aclarado que ese tipo de entradas las comparto como si fueran consejos, pero que también las escribo para mí mismo, y suelo recalcar que somos humanos, así que es normal que tengamos altibajos. En la primera entrada que hice con este tipo de temas concluí que las Tres Claves para tu Proyecto de Vida deberían ser el enfoque, la disciplina y la pasión. Después, en la entrada Autoayuda sin material de autoayuda, amplié un poco más el tema, analizando qué preguntas deberíamos hacernos a nosotros mismos cuando sintamos que nos falta alguna de estas tres características.
Seguí analizando el tema y me di cuenta de que esas tres claves (el enfoque, la disciplina y la pasión), se pueden mantener sobre otra característica adicional, que cuando no está empiezan esos altibajos que a veces tenemos: la motivación. Es posible que no experimentes ninguno de los escenarios de los que hablé en esas entradas anteriores y que seas una persona enfocada, disciplinada y apasionada, siempre que tengas motivación. Pero hay días en los que no estamos motivados, a veces incluso son semanas, entonces tenemos que pasar con dificultad esa temporada hasta que la motivación regrese sola, como cuando nos resfriamos y solamente tenemos que esperar a que se nos pase.
El problema cuando estamos desmotivados es que se afectan esas primeras tres claves ya mencionadas: Sabemos que lo que tenemos que hacer nos gusta mucho pero, aun así, no tenemos ganas de hacerlo (merma la pasión por el tema); entonces, sabemos que tenemos que hacerlo, que tenemos que ser constantes, pero empezamos a avanzar en nuestras tareas con menos regularidad (se pierde la disciplina); luego, sabemos lo que pasa si no hacemos lo que tenemos que hacer y finalmente nos distraemos con lo que sea, redes sociales, series, videojuegos (perdemos el enfoque). Dicho de esta manera, la desmotivación es la que nos lleva directo a la procrastinación y por eso es tan importante mantenernos motivados. Ahora la pregunta es: ¿Cómo mantener la motivación? Bueno, pues te cuento que hay tres claves que puedes pulir para lograrlo y que deben ser practicadas de manera simultánea:
- Inspiración.
La primera clave para subir la motivación es inspirarnos. Ojo que así nada más suena simple, pero no lo es. La inspiración fue la clave para empezar tu proyecto personal y ni siquiera lo notaste. Casi siempre (al menos en los entornos artísticos que es en donde está mi experiencia), tuvimos que ver el trabajo de algún artista para quedar fascinados: pudo ser una bella fotografía, una obra de arte increíble, pudo ser una gran película, una canción que te recorrió hasta los huesos o un libro que leíste y que te impactó mucho. Así que hay dos tipos de inspiraciones: La primera, es volver a ver, escuchar o leer eso que te inspiró en primer lugar para emprender el proyecto en el que te embarcaste. La segunda, es buscar fuentes de inspiración nuevas. Lo bueno de internet es que puedes encontrar de todo.
Para este punto te traigo la escena de una película que ilustra lo que digo perfectamente y que demuestra que esto de la inspiración no solo aplica para las artes. Hablo de “Lluvia de Hamburguesas”. Hay una escena en donde Flint Loco va a arreglar el problema que él mismo causó y tiene una secuencia que dice algo así como (no lo recuerdo al pie de la letra): me preparo, trazo los planos, alisto el teclado, me inspiro… Y en ese momento se queda mirando los afiches de los científicos que lo inspiraron para querer ser científico, los mismos que veía cuando era niño, cuando la mamá le regaló la bata de laboratorio. Este ejemplo va más acorde con el primer tipo de inspiración que mencioné, pero el segundo también es muy efectivo, pues el arte sigue avanzando, al igual que la ciencia. - Acciones.
A ver, este punto que parece tener un nombre muy común, es importante porque, en esencia, es lo opuesto a procrastinar. Estuve revisando en otros blogs y páginas, y algunos lo llaman Pre-crastinar. Y puede que sea válido llamarlo de esa manera, pero si lo pensamos bien, procrastinar es posponer lo que tenemos que hacer, es decir, no hacerlo. Y lo opuesto de no hacer, es hacer. Tal vez te parezca algo obvio, pero analizarlo nos ayudará a resolverlo. En especial porque cuando esas “acciones” vienen justo después de tu momento de “inspiración”, el quehacer va a ser más efectivo. Es importante resaltar este punto de las acciones, de hacer de inmediato, porque a veces nos inspiramos y empezamos a imaginar cosas, pero es posible que se queden en nuestra mente. Es decir, al menos tenemos que anotar las nuevas ideas, producto de la inspiración, y así ya estaríamos realizando una acción que le aportaría algo a nuestro proyecto.
Para este punto siempre recuerdo dos cosas: la escena de una película y un refrán modificado.
La escena es de la película “Batman Inicia”, la primera de Christopher Nolan y protagonizada por Christian Bale. Hay una escena en donde Bruce se encuentra con Rachel, él sale de un hotel que acaba de comprar con dos chicas europeas, una a cada lado (los tres mojados por haberse metido a un acuario decorativo del hotel) y es la primera vez que se vuelven a ver después de muchos años. Bruce trata de justificarse diciendo algo así como “yo no soy esto que ves, por dentro soy algo más”. Luego Rachel le responde “No es quien seas en el interior, tus actos son los que te definen”. Esa frase es contundente. Si estás inspirado y tienes claro el poder de tus acciones, ya es muy probable que tu motivación haya aumentado.
El refrán que siempre recuerdo para este caso, es ese que dice “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Tal vez ya lo comenté en una entrada anterior, pero me gusta el refrán con esta versión: “¡No dejes para mañana lo que puedes hacer YA!”. - Actitud.
Esta es, sin duda, la clave más importante, no solo para un proyecto de vida, sino para la vida en general. No es consecutiva, no viene después de las acciones, sino que tiene que englobar todo, incluso la parte del enfoque, la disciplina y la pasión. Y es tan engañosa como las anteriores. Puede parecer simple, pero, reitero, es la más importante. Me vi tentado a buscar en otros lugares información para aclarar este punto, pero no lo hice porque lo quiero explicar desde mi propia experiencia.
Esta clave de vida me la intentaron explicar hace al menos veinte años, pero no quise entenderlo porque me lo intentaba explicar una persona religiosa. No diré de cuál religión, pero si diré que yo estaba demasiado joven para entenderlo. Y es porque nos suele parecer que la actitud de cada uno depende del desarrollo de nuestra personalidad. Pero no tiene que ser así. Desde la psicología se asocia la “actitud” con el estado anímico y por eso es tan importante. Este punto ya es un consejo que da la experiencia. Si tienes los años suficientes y has acumulado vivencias respecto a temas como el amor o el sentido de la vida, ya lo habrás entendido. Cuando llegas a cierta edad, entiendes que el sentido de la vida es buscar la felicidad (ser feliz a tu manera) y que el amor en realidad es una elección, una decisión de vida (en especial cuando decides compartir tu vida con una persona). Algo así es la “actitud”: se trata de una elección que consiste en tener una buena disposición para la vida, pase lo que pase. Yo sé que para muchos parece una receta mágica, pero pulir la actitud se trata de eso: de corregir malas actitudes de manera consciente y voluntaria. Es decir, si soy malgeniado, ser más consciente y ver si tengo razones lógicas y coherentes para ser malgeniado. Suena algo rígido y por eso mismo se necesita cierto grado de madurez para lograrlo.
Para este punto tengo una frase de un amigo y otra frase que es pura “sabiduría de redes sociales”. Bueno, también tengo una escena de una película, pero tal vez es menos conocida que las anteriores.
La primera frase me la dejó un gran amigo y tiene que ver con la actitud frente a los obstáculos. Su frase era: “Donde otros ven problemas, yo veo soluciones”. Y es verdad, a veces nos frustramos porque algo no sale como lo planeamos y la ventaja de manejar la actitud es que, en lugar de frustrarnos, enojarnos o abandonar, pensemos en otra solución (así sea temporal mientras resolvemos el problema completo).
Las siguientes frases son de redes sociales y dicen algo así como: “Si tienes un problema, pero sabes la solución ¿para qué te preocupas? Y si tienes un problema, pero ya sabes que NO tiene solución ¿para qué te preocupas?” Esta es como la continuación de la primera frase, es decir, si buscaste soluciones pero definitivamente no hay, de nada sirve estresarse. A veces consiste en tener que pasar un poco de vergüenza, pero igual, si se trata de algún tema con un cliente, siempre te puedes disculpar (si ese es el caso) y mostrar tu mejor actitud para obtener otra oportunidad (o pasar por un breve momento de cinismo si se trataba de un cliente que no valía la pena). Es decir, esta clave se trata de minimizar el estrés, como cuando se toma la decisión de ser feliz o como cuando se decide amar a alguien y seguir adelante pese a todo.
La película para este punto se llama “La Familia del Futuro”. Es de Disney, pero no sonó tanto como otras y, curiosamente, el protagonista también es un científico, un niño prodigio. Hay una escena donde Goob, el villano, se revela y se queja de Lewis, el niño genio, culpándolo de todas sus desgracias, y es una secuencia divertida porque, al mismo tiempo, nos muestran una secuencia en donde en realidad Goob se cerró, donde se llenó de negativismo y no miró a su alrededor, no quiso darse cuenta de que en realidad no estaba solo. Lo otro importante de esta película es el valor que le dan a los fracasos: los celebran, y lo hacen porque enfatizan que los fracasos son los que en realidad te llevan a encontrar el éxito.
Para finalizar, recuerda que todas estas claves no funcionan solas, o si te encierras demasiado. Ya lo dije en una entrada anterior, pero es necesario tener momentos para que le des un break a tu mente: encuentra momentos para interactuar con otras personas, para salir, para hacer ejercicio, para viajar. Recuerda que el ser humano es un ser social por naturaleza y si mantienes en equilibrio tus proyectos con tu vida social, será más fácil alcanzar la inspiración, que te llevará a las acciones necesarias mientras mantienes una buena actitud, para así mantener tu motivación al máximo y, de esa manera, no perder el enfoque, la disciplina y la pasión.