Esta entrada será corta: Hoy hablo de las últimas palabras que dijo el tío de Miles Morales antes de morir. Aún no veo la película animada más reciente del multiverso de Spiderman (Across the spider-verse); lo haré, pero antes de eso quiero hablar de esta simple frase de la primera película de Miles (Spiderman into the spiderverse) que se enmarca un poco dentro de toda la parafernalia motivacional (y auto-motivacional) que suelo tratar en varias entradas de este blog.
¿En qué íbamos? Ah, sí, la frase. Miles se entera de que su tío Aron es el “Merodeador” que trabaja para Fisk y, cuando lo tiene que enfrentar en el techo de la casa de la tía May de Peter Parker, Miles se descubre la cara al verse vencido. Cuando el Merodeador lo ve, obviamente duda de matar a su sobrino y Wilson Fisk le dispara por la espalda. Miles se lo lleva a un callejón donde el tío le dice estas frases: “Perdóname, Miles. Te mentí, quería que me admiraras. Y te fallé, bro. Yo te fallé. Eres el mejor de nosotros. Vas muy bien… Solo… no pares. Solo no pares”. Está bien, admito que también me metí en la película y este momento me conmovió. Está bien, la frase sí tiene sentido para Miles. Mi pregunta es: ¿Vas bien, bro? ¿Te has mentido a ti mismo? ¿Buscaste admiración o algo que no querías en realidad y te fallaste? ¿Vas por buen camino y lleno de dudas?
En su momento no había enfrentado el momento determinante de mi vida del que ya hablé en esta otra entrada y aún así estas preguntas me pesaron. No sé si hay mujeres que leen este blog y si ellas se sienten igual que nosotros, que parece que no maduramos nunca en promedio, de una manera o de otra. Sin importar cuantos años pasen siempre somos adolescentes tratando de buscar la mejor forma de afrontar la vida adulta. Por eso nos entendemos tan bien con un personaje como Miles Morales. El punto es que al final, cuando tengas la mente clara, cuando tomes tu decisión de lo que harás el resto de tu vida, sea cambiar de carrera o no, sea cambiar de pareja o quedarte en soledad, siempre aparecen dudas y siempre se presentan dificultades. Incluso cuando sabes que estás haciendo lo correcto.
En la entrada anterior de “No es lo que seas en el interior, sino tus actos lo que te definen”, finalicé diciendo que lo importante es mantener el curso de acción a través del tiempo. En otras palabras ser constante. Esto es difícil cuando la vida está llena de altibajos. Creo que esa es la parte que no nos gusta y que viene con la adultez. Que hay que continuar sin importar esas dudas y esas dificultades. Pero solo diré una cosa: Si has tenido que tomar decisiones de vida importantes, no mires atrás, es una pérdida de tiempo y esfuerzo. En especial si sabes que hiciste lo correcto: Solo… no pares. Solo no pares.
